Para hacer cualquier trabajo que requiera de impresión digital es vital asegurarnos de usar la tinta correcta, ya que es diferente en función de la técnica aplicada, así como de la superficie sobre la que se imprime. En este artículo veremos los tipos de tintas que nos ofrece el mercado.
Antes de entrar en faena, recalcamos que cada tinta está fabricada con un determinado objetivo, así que no se deben cambiar entre ellas. Ahora sí, ¡comenzamos!
Tintas acuosas
Se llaman así debido a que su composición está basada en agua, a las que se han añadido pigmentos o tintes. Los tintes son más económicos pero tienen menor duración, siendo el opuesto caso a los pigmentos.
Una de sus propiedades más importantes es que no son tóxicas. Esto permite que se usen en materiales delicados, como podrían ser los embalajes para alimentación. Los principales materiales donde se usan son el papel y el cartón, material con capacidad de absorción.
De lo anterior deducimos que estas tintas no son adecuadas para material no absorbente. Tampoco se deben usar para trabajos en exteriores.
Tintas de sublimación
Estas tintas imprimen pasando la tinta de estado sólido (en el papel) a gas, sin pasar por el estado líquido. El tejido donde se hace su impresión es siempre el poliéster. Si se trata de otro material sólido, esto implicaría que hay un recubrimiento de poliéster.
A la tinta en el papel se le aplica calor con una plancha transfer, que se convierte en vapor. En ese momento es cuando el poliéster absorbe la tinta y se unen permanentemente.
Este método de impresión se suele usar para imprimir sobre tejido textil, aunque también se usa para elementos con formas diversas, como vasos o tazas. Ahora bien, el material siempre tiene que ser de poliéster, o contar con un recubrimiento de poliéster.
Las impresoras de sublimación cuentan con diferentes tamaños, pudiendo tener tamaños domésticos o industriales.
Tintas solventes
Estas tintas se usan en impresoras de gran tamaño, ya que su objetivo son grandes elementos. La base que transporta los pigmentos es un solvente de tipo volátil. El resultado es muy duradero.
Las tintas solventes se usan para materiales que van a mantenerse en exteriores, ya que cuentan con una buena resistencia a la luz solar. Además, así evitamos sus desventajas.
Y es que el solvente posee sustancias que tienen un olor muy intenso que persiste durante bastante tiempo. Por ello, no se recomienda su uso para interiores, y menos aún para espacios cortos.
Tintas ecosolventes
Las tintas ecosolventes surgen como una alternativa al intenso olor y la toxicidad que presentan las tintas solventes. Hasta cierto punto su objetivo se ha logrado, ya que aparecen menos componentes de riesgo, y el olor ha disminuido a grandes niveles.
No obstante, cabe recalcar que la vida útil de estas tintas es menor que en el caso de las tintas solventes, además de que la calidad del color también disminuye. Y, aunque es cierto que el tiempo de secado es menor, hay que esperar unas 24 horas para obtener buenos resultados.
El uso es el mismo que en el caso de las tintas solventes.
Tinta de látex (tinta de resina)
Esta tinta surge como una alternativa a las dos opciones anteriores. Su base es acuosa, y la acompañan polímeros y copolímeros que ayudan a fijar los pigmentos que dan color.
No son tóxicas ni tampoco tienen olor alguno. Una vez impresa, la tinta ya está seca, por lo que los tiempos de espera se reducen aún más en comparación con las anteriores.
Su uso es similar a los anteriores, pero cuenta con una peculiaridad. Y es que la impresora libera una gran cantidad de calor para quitar el agua de la pigmentación, de manera que este tipo de impresión no es apta para materiales con sensibilidad al calor.
Tinta de curado UV
Este tipo de tinta es líquida en su estado normal. No obstante, cuando se exponen a luz ultravioleta, ocurre un proceso de polimerización por el que se forma una capa con gran durabilidad.
Este tipo de tinta se usa para diversos fines, debido a su gran resistencia, su gran flexibilidad en las soluciones que van apareciendo, y su escasa peligrosidad si se usa correctamente. Apenas cuenta con compuestos volátiles, y en estado polimerizado, tratada previamente, no da problemas. Pero si no está bien curada puede generar reacciones alérgicas.
Por ello, las lámparas de curación UV deben estar en lugares bien ventilados, y con protección para el operario, tanto de la piel, como de los ojos. Aunque es una opción segura si se trabaja bien, no es recomendable su uso en alimentación ni en prendas textiles, ya que cabe el riesgo de que aparezca tinta no curada.
Tinta híbrida solvente-UV
Esta tinta mezcla al solvente volátil en una pequeña cantidad con el compuesto polimerizado por radiación ultravioleta. Este conjunto se encarga de fijar los pigmentos a la superficie a tratar.
Es una opción más barata que la tinta de látex, ya que hace falta menos energía para el proceso, además de que tienen una mayor duración en exteriores. Además, cuentan con un acabado con colores muy definidos.
Estas propiedades hacen que esta tinta sea una opción a tener en cuenta para impresiones en rodillo, ya sea para productos de interior o de exterior.
Ahora bien, no se recomienda su uso para alimentación ni para objetos textiles.
Tinta sólida
La tinta sólida, como su nombre indica, tiene una textura parecida a la cera en su estado normal. Cuando se calienta es cuando se convierte en gel líquido, y así ya se puede imprimir.
La ventaja que tiene es que no requiere de ningún tipo de absorción, por lo que se puede usar para impresiones para materiales sin recubrimientos especiales, como papel, plástico y madera. Ahora bien, hay que tener en cuenta que pueden no resistir los roces.
Con esto ya hemos visto los diferentes tipos de tintas que podemos encontrar en el mercado. Aunque es difícil que los vayamos a utilizar todos, siempre es bueno conocer las diferentes opciones que aparecen, ya que así podremos tomar la mejor decisión.